Ante todo, mi sorpresa.
Después llega la incredulidad y, finalmente, el agradecimiento.
Que se reconozcan los esfuerzos es siempre grato, pero de la manera en que se ha hecho en esta ocasión supera mis anhelos más optimistas.
Resulta, pues, que este blog que estás leyendo, y espero que disfrutando, ha sido nominado al premio al mejor blog por la Federación Nacional del Trampantojo y la Chiclana.
¿Qué puedo decir? El sólo hecho de figurar en la lista de nominados a un premio tan grande concedido por tan ilustre asociación no hace sino enorgullecerme de mi trabajo y pensar, por una vez, que tanto esfuerzo no cae en saco roto.
El tener la más mínima posibilidad de alcanzar tan ansiado galardón me parece tan irreal que, por una vez, no añadiré nada.
Muchas gracias.
PD: Aprovecho este post para nombrar a San Francisco de Lubiana, patrón de las alevosías.
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Ya vale de leer sin decir nada. Manifiéstate.