sábado, 26 de abril de 2014

¡Que se lo digan al señor Birdman!


Gernika

(recítese en orden aleatorio y quémese cada escena al acabar de emitirla)
Escena 1. El lugar.

El paisaje era verde, tornado en negro.
Dicen que, a partir de hoy, todo va a cambiar,
que nada va a ser lo mismo.

Ataron dos cabras a la misma cuerda
y esperaron que no pasara nada.
El paisaje era verda...
os lo juro.

Pero algo tenía que pasar.
Y ése run-run que se sentía
desde bien entrada la mañana.
Os juro que el paisaje era verde.


Escena 2. Los verdugos.

Y aquellos paletos rubios mal peinados. 
convertidos, por momentos,
                         en verdaderos virtuosos 
                                                          del fuego.
Entraron
para siempre
en la historia de la humanidad.



Escena 3. Las víctimas.

Ésta no es una ficción simulada.
Las víctimas colaterales siguen y seguirán cobrando,
con intereses,
réditos de gestiones ajenas.
GUAAAAAAAAAAAAAAAAA!
al run-run,
al run-run,
legiones aéreas llegan desde el horizonte
al run-run,
al run-run,
los de arriba cuecen bien,
los de abajo,
                                             también.



Escena 4. Conclusiones.

Pablo, Pablo, Pablito, Pablo.
¡Ay, Pablo!
¿Qué hubiera sido de tí, infeliz malagueño,
si no hubiera existido Gernika?
Sobreproductor sistemático,
vampiro de cubistas y surrealistas.
Tú ya fusilaste a todos los que te encontraste
por el camino.
Y dime, MUCHACHO.
¿QUIÉN TE RECORDARÍA AHORA,
                                                       QUIÉN?


miércoles, 16 de abril de 2014

Por fuertes y gallardos que sean
por altos o bajos,
sean de costa o cordillera,
de estudios, de callos o grasas,
con años a sus espaldas,
curtidos en mil batallas
o con la inocencia de la juventud,
próceres o villanos,
de bella o repugnante estampa,

con exceso de confianza,
o con ésta por los suelos.
Nadie, ellos o ellas,
serán capaces jamás
de mantenerme la mirada
en el ascensor.