viernes, 28 de noviembre de 2014

El hombre del tiempo

Nos hemos puesto de acuerdo de una vez por todas.
Ha hecho falta una multitud de asambleas vecinales, discusiones, riñas, e incluso purgar las típicas rencillas y te dijes entre vecinos. Ha costado lo suyo pero, al final, lo hemos conseguido.
Tras un mes entero de negociaciones, hemos podido concordar unos días fijos para lavar los coches y las ventanas de las casas. Se ha resuelto que era la única solución, puesto que cada vez que alguno de los vecinos del barrio llevaba a cabo alguna de estas operaciones, se ponía a llover al día siguiente. Todo esto alteraba significativamente a aquellos que habían realizado la misma tarea unos días antes, puesto que caíancuatro gotas cada vez, arruinando el trabajo previo.
Así, el martes siguiente al acuerdo, todo el barrio fue a la gasolinera a lanzar chorros de agua a sus utilitarios. A Pascual se le prohibió venir porque es muy bestia. Y se empieza salpicando accidentalmente, se devuelve el salpicado entre risas, y se acaba siempre a hostias. De regreso, todos se pusieron con los cristales de sus casas. Se podía andar por la calle disfrutando del aroma de cristasol que inundaba las calles.
La comisión encargada del archiduque ha ido a su domicilio y lo ha encadenado al sofá esa misma noche. Conociéndolo, estábamos seguros de que iba a limpiar su coche al día siguiente de todos los demás.
El hombre del tiempo se ha vuelto a equivocar. Nos ha prometido un anticiclón, calor, cielo despejado. Y nos hemos alegrado, claro que sí.
Al día siguiente, la atmósfera cerrada y gris se ha tornado una tromba de agua que ha destozado toldos, marquesinas y ha producido filtraciones en las terrazas. Todo ello, seguramente, consorciable al recogerse más de cuarenta litros por metro cuadrado por hora. Por su parte, la asamblea, en reunión extraordinaria, ha decidido por unanimidad en tiempo récord dejar de jugar a Manitu, y que cada uno limpie cuando le venga en gana.

sábado, 22 de noviembre de 2014

Consorciables

Claro, dicen.
Pero...
¿dónde se ha ido el cataclismo?
De vuelta,
de rigor anciano,
dispositivos turgentes
de ámbito local.
indentificación positiva.
¿Hay cobertura para la estupidez humana?
¿Qué excepciones tiene?