lunes, 19 de noviembre de 2018

Cefaleas También.

Nuevo programa de radio.

En Ruzafa Radio. todos los martes a las 18:00 (para oírlo en directo, click en la imagen).
http://russafaradio.org/
 Todos los podcast en iVoox. . Cefaleas También.

miércoles, 31 de octubre de 2018

Rutina diaria



Soñamos con meter a los futbolistas en el horno
a ver si se cuecen las ideas de sus seguidores,
con aprender a delinquir de oído.
Soñamos con el viaje soñado,
con las colas para facturación de alegrías.
Despertarse por la mañana, e invertir.

Todas las mañanas, lanzamos al aire suspiros.
Todas las tardes, los recogemos del suelo.
Caídos, devaluados, pisoteados
por los caballos de las carrozas de nuestros amos.

Cuando cae la noche,
los políticos fingen normalidad, y tiemblan.
Algunos se orinan en sus sábanas.
Otros se quejan de escorbuto o gota,
sufriendo orgasmos pensando en el concepto de poder.

Vuelve la luz del día.
La luz que custodia la puerta del garage, parpadea.
Un coche va a salir.

jueves, 25 de octubre de 2018

retropoema oral

Este es un poema para declamar,
para, con voz alta y grave, casi afectada,
decirlo a los cuatro vientos.

Para que no se quede en el tintero
ni en la hoja, ni en la retina.
Recítalo con música:
No lo leas para tí, no. No lo susurres, no.

Este poema nació para la oralidad.
Es sonoro, duro, concreto.
Este poema tiene las cosas claras.
Su consistencia, su deseo de
convertirse en onda sonora
debe ser respetado.
No te lo quedes, no. No lo coartes, no.

Este es un poema oral,
que transciende de la simple lectura.
Désele, pues, al poema
su solución más lógica.
Libérese de las ataduras del papel
y compártase con los que puedan oírlo.
Emítase.
De viva voz.


miércoles, 8 de agosto de 2018

Aparcamientos

Desde que vimos el episodio piloto de "Aparcamientos", el arquitecto y yo vamos de cuando en cuando al centro comercial a pasar el rato. No tocamos tiendas, sino que paseamos por el subterráneo, identificando similitudes y haciendo bromas. Pascual no viene, porque no conoce la serie. Y el archiduque ni ha venido, ni vendrá. Porque solo se desplaza en tasis. Jamás ha pisado un aparcadero.
El caso es que saludamos con efusividad al que cuida las escaleras mecánicas, que siempre es el mismo, no importa la hora ni el día. Y así, se da cuenta de que alguien sabe que existe. Que no es una parte más del moviliario de esa zona límbica que conecta el subsuelo con la vida real, con las tiendas.
Caminando y abriendo puertas escondidas, a base de la observación, de la imaginación, de la semejanza y la simetría, hemos llegado a establecer similitudes con el glorioso piloto de la serie.
Un nuevo mundo lleno de peligros, de situaciones de descontrol y de romances se ha abierto ante nuestros ojos. 
Por ahí viene el encargado. Alto, con cara de distraído, con el pelo teñido de ese color azulado que no creíamos que se siguiera usando. Busca una segunda oportunidad después de joderle la vida a su familia con el alcohol. Un antiguo amigo que ahora mueve mucho dinero le ha puesto al frente de este polvorín. Nadie sabe como acabará esto. En su taquilla guarda una botella de ginebra que abraza de vez en cuando, cuando el final del día les ha pegado una paliza a todos, y piensa seriamente en abandonar.
Suena el teléfono de la caja central. Hay problemas en Sótano 3. El encargado de mantenimiento baja presto con el maletín. No saben qué puede ser. El encargado abre su taquilla y vuelve a mirar la botella. Un compañero más joven e inexperto se queda al frente de la garita. Tiene la pretensión de ticar los descuentos y cubrir las bajas de los otros dos el tiempo que sea necesario. Aprieta la mandíbula, los maseteros están a punto de explotar. Es la única figura visible en toda la zona, si exceptuamos al de las escaleras, que no se mueve jamás. El peso de todo el aparcamiento reposa sobre sus hombros. Ha tenido que compaginar esta tarea con ir a recargar de tickets la barrera de entrada Sur.
La señora malencarada de la barredora pasa de vez en cuando, ajena a la crisis formada. Desmonta si se acaba el agua de la máquina. Nadie sabe su nombre. Solo el que paga las nóminas en la central de las centrales. El encargado la mira bien. Pero nunca le dirá nada. Ya ha fastidiado la vida de una familia con su frenesí. Son dos seres pasionales condenados a vivir en dos rectas paralelas.
Empieza a anochecer, todos están reventados a causa de la acción de la jornada. Se escucha la música de los títulos de crédito. Todos recogen. 
Y ahí llega el cliffhanger que nos hará volver en los siguientes días a seguir ávidamente la serie. La barrera de salida se desploma sobre el parabrisas del coche que salía justo delante de nosotros. El conductor sale del vehículo, desorientado. El encargado viene corriendo, ya vestido de paisano. Al ver los destrozos, se tira al suelo, de rodillas, rezando a la tubería de aire acondicionado, pidiéndole explicaciones al destino. "¿Por qué? ¿Por qué?"

viernes, 13 de abril de 2018

Contestando mails.

OK.
Esta tarde, cuando acabéis la reunión, me dices.
Si no hay cambios, todo seguirá igual.
Si los hay, tendremos que hacer variaciones.
Un saludo.

viernes, 16 de marzo de 2018

Barcelona

Creí que no lo iba a conseguir.

He conocido subidas y bajadas,
He fotografiado plazas y patos rubios.
He hablado con el de los algoritmos.
He dormido en los trenes.
Me sangran las manos de dibujar.
Los lápices ya no tienen ni tinta.
Voy a pedir un bocata para el tren,
le haré un boceto al camarero.
Tendrá que durarme cien kilómetros
y, luego, la manzana.
Vuelvo a Valencia a ver La Afrenta.
Mis ropas huelen a cerrado.
Mis callos rebosan vida.
Soy un madelman del arte,
un ser que se hace pasar por viajero con gorra.
Un ratón de librería y tienda especializada.
El Gótico estaba lleno de gente pálida,
gente insulsa y fotocopiada,
el metro estaba lleno de maletas,
las plazas bullían de lecheras.
Los museos cerraban demasiado pronto.
Los alumnos acabaron sonriendo
y tirándose por el suelo.
La batería no ha durado lo que dijo el fabricante.
Vuelvo a Valencia, a esperar.

Pero, al final, me he rehecho.

domingo, 25 de febrero de 2018

Gran exposición de artistas sumergentes

Queridos amigos:
Me hago eco del boletín de La Federación Nacional del Trampantojo y la Chiclana publicado ayer en el que comienza una nueva iniciativa que no podemos dejar pasar.
Si tenéis alguna duda, hacedmelo saber.

Dice así:
1. La Federación Nacional del Trampantojo y la Chiclana se complace invitar a todos los artistas sumergentes y mediocres a la venidera exposición a celebrar en nuesto ateneo.
2. Deberán presentar sus currículums  y la muestra de sus obras en cualquier registro de entrada de la Federación antes del próximo día 24 de abril. Se puede participar en una de las dos categorías, al considerarse autoexcluyentes.
3. Se considerará artistas sumergente a todo aquél que haya reducido su actividad artística un 50% o más en los últimos 10 años. De igual modo, podrán participar en la categoría de artista mediocre todo aquél que no haya expuesto jamás en corporación municipal ni en galería que permanezca abierta al público. Sí se aceptarán las peticiones de artistas que hayan realizado exposiciones en galerías quebradas, al considerarse que han participado del fracaso de la misma. En cualquiera caso, el currículum de este segundo grupo nunca puede exceder de las dos páginas.
4. De entre los artistas seleccionados por la comisión de La Federación Nacional del Trampantojo y la Chiclana, se sortearán las paredes del espacio expositivo y cada uno de ellos podrá ir pasando por el ateneo para instalar su obra durante los quince días subsiguientes al fallo. Los artistas que no presenten obra durante ese tiempo serán substituidos por Cámara Destemplada.
5. Habrá una beca para el artista más desastroso en cada una de las categorías en la que el artista se compromete a crear obra de bajo perfil artístico por el espacio de un año. Las condiciones retributivas se irán pactando a lo largo del citado año. El artista podrá utilizar las instalaciones del Ateneo de La Federación Nacional del Trampantojo y la Chiclana siempre y cuando dé de alta la luz y el agua del mismo y se haga cargo de las facturas durante el periodo citado.
6. La participación en el certamen implica la aceptación de las bases del mismo. Cualquier decisión necesaria para la interpretación de las normas será tomada por el comisario de la exposición o por su equipo de adjuntos en una representación de tres quintos del total de los compromisarios de La Federación Nacional del Trampantojo y la Chiclana.


Prensa:
Según palabras del comisario de la exposición, Don Óliver Oliver: "Los artistas que están empezando ya tienen sus lugares y medios de visualización. Llevan inercia, tienen padrinos y carnets de descuento en autobuses y en el cine. Nos interesa más el artista que ha perdido los apoyos, o que nunca los tuvo".

viernes, 23 de febrero de 2018

Aldaba morena, renuncio a arropar

Cuando pienso en mi último escalofrío,
llevo al atardecer al instalador.
Y rezo porque pueda salir del barrio
en esa carroza que se jacta de conducir.

Dicen que todos tenemos estilo,
queen manos de un buen
cada uno de nosotros
puede ser el descubrimiento de la temporada.

Mi mujer ha comprado un arma
que tiñe de negro nuestros futuros inciertos.
¡Ójala las soluciones llegaran por correo electrónico!
Aunque llevaran consigo publicidades repetitivas.

Si a esto le llaman meritocracia,
mejor abramos otra cerveza
y echémonos al campo a echar la siesta
en espera de oír la campana del almuerzo.

No he recibido todavía el guión,
por lo que voy a tener que improvisar hasta que llegues,
hasta que lleguen tus labios y las solapas de tus libros.
Hablaremos conduciendo de camino a casa.

Llegará el momento en el que moriremos todos en la orilla.
El último, que cuente los muertos.
Si me has entendido, llámame.
¡Mierda!
¡Las llaves!

sábado, 13 de enero de 2018

El valle de los comerciales

En la empresa en la que trabajo hemos estado viendo que los comerciales sufrían al no poder ser ellos mismos. Los pobres se tienen que comportar como el resto de la sociedad. Y eso le coarta. Muchos de ellos se estaban quedando calvos y mostraban comportamientos autolesivos. Teníamos que hacer algo al respecto.
Pedí audiencia a mis amigos del barrio. Pascual llegó borracho y se fue a dormir la mona a casa. El archiduque, simplemente, no apareció. Pero vinieron los que necesitaba para aquellas consultas. El buen arquitecto y malvado psicólogo acudieron a mi llamada de auxilio. Juntos decidimos que iban a venir al trabajo al día siguiente, a tomar muestras de ADN, pulsar el ambiente, y llevar a cabo un plan de acción.
Perplejo ante sus propuestas, tuve que hablar con los más altos estamentos, solicitar presupuestos adicionales, pelearme con unos y con otros. La salud de mis compañeros, y de la empresa, estaba en peligro.
Por supuesto, en cuanto han comenzado las obras, he notado como el arquitecto desaparecía de mi vida. Que qué va a saber él de eso. Que cómo me va a poder ayudar, etc.
Así, después de mucho sufrir con la reforma, y de los consabidos retrasos y extorsiones por parte de los constructores, hoy damos por concluidas las nuevas instalaciones. Hemos, por fin, podido inaugurar en la planta de arriba, separada del comedor por razones de higiene, la porquera para los comerciales... Y ha sido todo un éxito.
¡Qué felices y contentos se les ve ahora en su piscina de barro! Todo son ventajas. Ellos hacen lo que mejor se les da, se expanden y relacionan entre sí como a ellos les gusta, y además sin molestar a los demás. Por otra parte, han superado con creces un leve temor que yo tenía antes de las obras. Yo pensaba que, si se desahogaban en su zona de esparcimientos, luego volverían al trabajo relajados, y sin ganas de cazar. Todo lo contrario. Vuelven a sus puestos concentrados, metidos, con ganas de sangre.
Ya he pasado el proyecto a todas las otras delegaciones, a la subcentral y a la subsede principal armónica. Que cunda el ejemplo.