Quince por ciento de adeptos,
un grandioso bastión.
Políticamente correctivo,
implícitamente, tácito.
Desprovisto de vergüenza,
altanero, casi grandioso.
Y aquí nos encontramos todos,
mirando hacia arriba,
dispuestos a contemplarlo,
si aparece.
¡Es él!
El unicornio.
Que llena nuestras gargantas de nudos,
nuestras vitrinas de trofeos.
Que nos ha quitado el sueño.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ya vale de leer sin decir nada. Manifiéstate.