Al darse el baño de realidad
los ojos captan con desapego
que hemos perdido la batalla.
Ya sólo queda
maldecir.
Ya sólo queda ser normal.
Malvivir lo mejor posible,
intentando que no huela a quemado,
no vayamos a molestar...
Ya sólo queda renunciar a respirar,
ya sólo queda levantar las manos,
tirar los bolígrafos al suelo
y someterse a la lobotomía.
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Ya vale de leer sin decir nada. Manifiéstate.