viernes, 19 de marzo de 2010

En el portal

El más gordo de los entrenadores del equipo de fútbol del barrio es, sin duda, el que mejor voz posee. Bajo al campo a preguntarle qué aspiraciones tiene en la vida, pero decido no salir del portal. Éste hace efecto cueva y se está muy bien en él.
Desde el cristal veo cómo los niños le dan de merendar a sus madres en el parque. Se encuentran intercambiando cosmovisiones mientras ellas se columpian. De vez en cuando, les gritan, y ellas acuden a morder un trozo de bocadillo de mortadela. La que se lo acaba todo puede comerse una piruleta.
El padre de todos ellos vuelve con un azadón y una cebolla. Esta noche cenarán todos bien.
Veo también el pasacalle. Todos están muy contentos. La fallera mayor recibe un disparo en las costillas. Cientos de falleros la protegen. Todos quieren ser el siguiente. Como veo el montón, no lo dudo más y me lanzo encima. 
La sala de espera de urgencias se llena de falleras por operar.  Organizo un concurso de sambori entre los familiares de las heridas. La preocupación no les deja guardar el equilibrio.

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