Nadie volvió a contar con ellos.
Desde que se hicieron públicos
aquellos informes morunos.
Decepcionada, la sociedad entera se volcó en su contra.
Decidida a hundirlos en la miseria.
Todos eran amigos nuestros por aquél entonces.
Todos pasaron a ser proscritos.
Ya no les llamábamos cuando íbamos al bar.
Ya no contábamos con ellos para el baloncesto.
Un día, no les esperé con la puerta del ascensor abierta.
Eran parias sin ecosistema.
No tuvieron suerte.
¡Qué se le va a hacer!
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Ya vale de leer sin decir nada. Manifiéstate.