viernes, 15 de enero de 2016

Poner el lavavajillas

Poner el lavavajillas.
Hacer que todo cuadre.
Conseguir que funcione.
Esforzarse al máximo
para no tener que lavar a mano
cosas que ya se han lavado.
Dejar pasar las aspas bajo montañas de loza y alimentos.
Administrar, de manera sabia,
espacios y turnos
tratando de obrar con sabiduría,
siendo ecuánime.
Jugar a ser el demiurgo protector que tiene las piezas contadas
de vidrios y porcelanas de distintas colecciones.
Reproducir las leyes universales de la física
en el interior de un electrodoméstico de gama blanca.
Pongo el lavavajillas
ordenando cada una de sus piezas.
Durante un instante
somos lo único que existe en el universo.
Pongo el lavavajillas
y me convierto en el heraldo de la entropía,
un ser superior que juega al tetris con vuestras vidas
para que, por la mañana,
todo pueda continuar.

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