viernes, 19 de diciembre de 2014

Los consentidos

A machete, comentario y sonrisas
nos deshacemos de vuestros andamiajes culturales
convertidos en telas de arañas.
Nos llaman los consentidos
porque no nos importan las migas,
ni los cuentos de hadas,
ni los aparatos receptores de ondas audiovisuales.
Porque aún nos queda en la vida
mucho que reír,
muchos abrazos que dar.
Salimos siempre pronto,
volvemos tarde.
Y, a mitad, estamos...
¡por ahí!
Nos llaman los malcriados
porque sabemos reducir nuestras vidas
a no cruzar siempre por el semáforo,
a no ofender de manera inconsciente,
a no sentir vuestros miedos,
ni el frío por las mañanas.
A no perder nunca la ocasión de cantar.
A tener una canción para cada momento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Ya vale de leer sin decir nada. Manifiéstate.