El viento me corta la cara
a la altura de la bicicleta de alquiler.
Parece ser que ya han retirado los cartones
que los Reyes Magos tiraron por toda la ciudad.
Amenaza lluvia, como si fuera invierno,
así que no podemos sacar las guitarras a la calle.
Y, básicamente, ha vuelto la normalidad normal.
Una anciana habla sola.
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Ya vale de leer sin decir nada. Manifiéstate.