Nuestra relación es recíproca,
simbiótica, transmedia, infructuosa.
Yo los observo, sentado de cara a ellos,
y los dibujo gravemente deformados.
O describo como son sus vidas
en mi mundo paralelo.
Ellos disfrutan de comida rápida
y gustan de incluirme en sus fotografías,
recuerdos de avezadas aventuras
en países tropicales.
Se pasean por mis dominios
con sus soportes digitales y sus gorras
y sus ridículos pantaloncitos de explorador.
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Ya vale de leer sin decir nada. Manifiéstate.