Antes de estudiar
siempre me gusta hacer reír a los mendrugos.
Desde los más adustos hasta los más radicales
todos tienen su espacio vital y su mundo anterior.
Me fascina el sobrio mundo de la cuerda
y, por extensión, todas sus directrices.
Llevo muchos años haciendo esto mismo,
sin miedo al vacío, lo doy todo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ya vale de leer sin decir nada. Manifiéstate.