Lo ideal hubiera sido
que el periódico estuviera libre.
Pero hoy he vuelto a dibujar
descaradamente
a los de las mesas contiguas.
¡Bendita ilusión!
Las miradas de soslayo
de aquellos que se sienten plasmados.
Como si creyeran que van a salir
poco fieles a la realidad,
a su realidad.
Mientras, las palomas,
cada día más valientes,
comen de sus platos
y se cagan en sus i-cosas.
Lo ideal hubiera sido
que el periódico estuviera libre
para poder ondearlo al viento
espantando las odiadas tórtolas.
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Ya vale de leer sin decir nada. Manifiéstate.